Este escáner OBD2 sorprende por su facilidad de uso y diseño compacto y ergonómico. Su carcasa robusta y su pantalla táctil de buena respuesta lo hacen cómodo incluso para quienes no están habituados a trabajar con herramientas electrónicas. La conexión por Bluetooth es estable y rápida, y se agradece especialmente al trabajar bajo el capó, donde no siempre es fácil manejar cables.
La aplicación que lo acompaña está completamente en español, es intuitiva y permite acceder en segundos a toda la información de diagnóstico del vehículo. No solo permite leer y borrar códigos de error, sino que incluye función bidireccional, lo que significa que puedes activar componentes del vehículo (como ventiladores, válvulas EGR o elevalunas) directamente desde el dispositivo. Es una función que normalmente solo ofrecen herramientas profesionales bastante más caras.
Destaca también por su amplia compatibilidad con vehículos modernos, gracias al soporte de protocolos como CAN FD y DoIP, esenciales para coches recientes. Funciona perfectamente tanto en modelos nuevos como más antiguos, y se ha probado sin problema en SUV y coches de diferentes marcas.
Uno de los mayores atractivos es la posibilidad de realizar ajustes avanzados como ECU Coding, junto a más de 30 funciones de mantenimiento (reset de aceite, freno de estacionamiento, regeneración del DPF, ajuste del ángulo de dirección, etc.). Es como tener un taller en casa.
Además, no hay letra pequeña: las actualizaciones de por vida son gratuitas y no requiere suscripciones extra, algo que lamentablemente sí ocurre con otras marcas conocidas.
Un último punto a destacar es que el escáner incluye acceso a módulos bloqueados de marcas como Jeep gracias a la función FCA AutoAuth, permitiendo trabajar en profundidad sin pasar por el concesionario.
Eso sí, como advierten algunos usuarios: al tener acceso a tantas funciones avanzadas, es importante saber bien lo que se está haciendo para evitar cambios involuntarios. Leer bien el manual y proceder con cautela es fundamental.